Mate en mano, abrigados para combatir el frío y con suma atención, observan el paso de la maquinaria que les cambiará la vida para siempre. En algunos casos, son más de tres décadas aguardando por un avance que hoy, la gestión de Koopmann, hace realidad.

“Vemos que por todos lados se está trabajando en asfalto, o cordón cuneta. Y cuando parecía imposible, ahora es algo casi milagroso diría”. Así grafica un vecino del Bº Ruca Hueney, al ritmo que la maquinaria y trabajadores dejan todo listo en calles Chaco y Formosa, para luego comenzar sobre Córdoba.

El asfalto de seis centímetros de grosor llega como un cambio rotundo a cada sector de la ciudad, que desde ahora ya no sufrirá los inconvenientes de calles anegadas cuando las lluvias o nevadas castiguen a Zapala. Directamente se mejorará la transitabilidad vehicular y peatonal.

Por su parte en el Bº Loma Negra los rostros de felicidad y sobre todo satisfacción, al ser escuchados tras años de pedidos, no son muy diferentes a los de cualquier habitante que ya tiene su calle asfaltada. Ese el caso de Don Painetrú, que vive sobre Alsina y como muchos otros habitantes creía que “jamás vería el frente de su hogar con asfalto”.

“Después de tantos años de espera, lo que parecía imposible, lo hicimos realidad. Hoy su felicidad es mi felicidad. Y estos momentos, que vivo a diario, me recuerdan por qué quería ser intendente de mi ciudad: simplemente para hacer que las familias zapalinas puedan vivir mejor”, se expresó el Intendente Carlos Koopmann.

*Subsecretaría de Prensa Municipalidad de Zapala