Prácticamente era un hecho que el piloto de Zapala, Adrián Altamirano, al mando de un flamante Ford Fiesta de la Clase RC5, navegado por Julián Fernández Igartúa, se llevarían un nuevo triunfo en el exigente y competitivo Rally Neuquino, en esta ocasión en Picún Leufú, teniendo en cuenta que se disputaban los últimos kilómetros de competencia, llevando una amplia diferencia con el segundo en la clasificación, Skruta, cuando ocurrió lo impensado y lo imprevisto, dado que en el tramo Cerro de la Virgen y Club de Pesca, el auto sale del camino, comenzando a volcar de manera espectacular, dando varios tumbos, hasta detener su alocada marcha.

Los espectadores de la competencia, que se encontraban ubicados en cercanías al accidente, no salían de su asombro por lo ocurrido, preocupados por el estado de salud de piloto y navegante.

Finalmente, se conoció la información de que tanto Adrián, como Julián, se encontraban bien, lo que trajo tranquilidad y alivio a familiares, amistades, equipo de trabajo, y colegas del Rally Neuquino.

Dos días después del tremendo e impactante accidente, Adrián expresó; “Bueno, ya más tranquilo, dado de alta y en casa, solo queda agradecer a todos los que se tomaron las molestias en informarse y escribirnos para saber como estábamos, Julián Fernández Igartua y yo. A Valeria Carrizo, mi amor, sin palabras”.

“También agradecer los que nos asistieron en el lugar, a Bruno Campos presidente de Rally Neuquino Aprryn Sur, y a Lucas Martínez, AAV, por estar presentes en todo momento”.

“Un fuerte accidente, sin consecuencias físicas graves por suerte, dado que funcionó correctamente la seguridad del auto”.

“Seguro volveremos algún día, gracias a todos los de ambiente del Rally”, afirmó Adrián Altamirano.