En una audiencia de revisión de las medidas cautelares realizada el lunes, la fiscal del caso Laura Pizzipaulo junto a la asistente letrada Margarita Ferreyra requirieron que un varón que se encuentra acusado por atacar sexualmente a tres mujeres y violar el domicilio de otra mujer, continúe detenido en prisión domiciliaria.
Durante la audiencia la asistente letrada explicó que el acusado permanece detenido en prisión domiciliaria y que ante su vencimiento es necesario continuar protegiendo a la víctima. “En virtud de que los riesgos procesales no han disminuido y que próximamente se solicitará la audiencia de requerimiento a juicio, solicitamos prorrogar la detención en modalidad domiciliaria por el plazo de 30 días, a los fines de que las víctimas puedan declarar libremente en juicio”. Por último resaltó “podemos acreditar que el riesgo de entorpecimiento y de integridad para la víctima sigue vigente”.
El juez de garantías Diego Chavarría Ruíz hizo lugar al pedido de la fiscalía y ordenó extender la prisión domiciliaria por el término de 30 días, a partir del 16 de octubre y con rondines policiales sorpresivos para controlar su situación.
Calificación:
La fiscalía le imputó el delito de abuso sexual simple en grado de tentativa (un hecho), abuso sexual simple (dos hechos) y violación de domicilio (un hecho) todo en concurso real y en carácter de autor (artículos 119 primer párrafo, 150, 42, 44, 55 y 45 del Código Penal).
Los hechos:
De acuerdo a la teoría del caso que investiga el Ministerio Público Fiscal, el primer hecho ocurrió en junio de 2024, en el transcurso de la mañana, en la ciudad de Zapala. El acusado se presentó de manera intempestiva en un laboratorio y una empleada del lugar le pidió que se fuera. La fiscal relató que el imputado, mientras se retiraba, le hizo comentarios de contenido sexual.
El 6 de julio, entre las 18 y las 19, con la intención de entrar a la casa de la víctima, el acusado ingresó por el portón y se asomó por la ventana. La mujer reconoció que se trataba del mismo varón al que había echado del laboratorio y le pidió que se fuera de su casa. Haciendo caso omiso, en el transcurso de la semana, G.C.G siguió rondando en el barrio de manera intimidante, situación que le causó gran temor a la víctima.
Posteriormente, el 16 de julio, mientras la víctima se encontraba en su domicilio, escuchó que aplaudían, se asomó por la ventana que da al patio y vio que el acusado, “con el firme propósito de ingresar a la casa, estaba nuevamente dentro del patio”. Pizzipaulo resaltó el gran temor que siente la víctima y detalló que con anterioridad, el mismo imputado la atacó sexualmente y la amenazó con un cuchillo.
El último hecho imputado por la fiscal respecto de la misma víctima tiene que ver con otro episodio posterior, en el que el acusado se presentó nuevamente en el trabajo de la mujer y le mostró sus partes íntimas.
Otras víctimas:
La fiscal también acusó a G.G por otros ataques a distintas víctimas. Así, le imputó que el 12 de julio de 2024, aproximadamente a las 15:30, en un local comercial ubicado en la ciudad de Zapala, el acusado, aprovechando que una empleada se encontraba sola, ingresó al local, se dirigió detrás del mostrador y se abalanzó sobre ella con fines sexuales. En un descuido del imputado, la mujer logró tomar su celular y llamar a su jefa.
En el periodo ubicable entre el 23 y 24 de julio de este año, cerca de las 10, una mujer que salía de un juzgado de la ciudad de Zapala fue interceptada por el acusado, quien “de manera repentina y con fuerza”, se le tiró encima de la mujer y la atacó sexualmente.
Posteriormente, el 25 de julio de 2024 a las 14, en la ciudad de Zapala, el acusado se acercó a consultar sobre una notificación de la fiscalía y, “de manera repentina, sin mediar palabras y con el firme propósito de menoscabar la integridad sexual de la víctima”, atacó sexualmente a una empleada.