*Entrevista del periodista Sergio Garro
Rubén Magnano, el ex entrenador que supo ser campeón olímpico en Atenas 2004 con la Selección Argentina de Básquet, se refirió al presente y futuro del selectivo nacional. “Hoy soy un espectador y un hincha de la Selección y no haber ido al Mundial o a los JJ.OO de París indudablemente ha sido un retroceso”. También habló de la formación de deportistas, entrenadores y como lleva su retiro de las canchas a nivel profesional.
Quien supo ser multicampeón con Atenas de Córdoba y hacernos gritar de emoción con la denominada “Generación Dorada” del básquet argentino, visitó nuestra Provincia hace algunas semanas en el marco de la presentación del Plan de Capacitaciones Deportivas. En ese sentido, analizó la propuesta y dijo que “es fundamental la preparación de los docentes y las personas que acompañan a la materia prima, que son los niños y jóvenes jugadores. Ese perfeccionamiento es imprescindible ya que cuando “hay alguien que quiere aprender, tiene que haber alguien que sepa enseñar”, recordó haciendo mención a un slogan que observó en Puerto Rico, entrenando a la Selección Argentina.
Justamente, con respecto a la ausencia de clubes del interior en campeonatos nacionales, analizó que “el deporte es una herramienta importantísima que tiene la educación física. Por ende, llegar a cada alumno con la cantidad y las formas para que pueda ampliar su campo de acción, y que luego empiece a tomar mucho cuerpo el nombre de cada club”.
En junio de este año decidió retirarse como entrenador profesional, pero no alejarse al 100% del deporte que ama. “A una pasión no podes sacarla de tu cuerpo, por eso estoy ligado de manera directa mediante campus y charlas motivacionales en base a todo lo vivido con la Selección”, comentó en diálogo con Radio Nacional Zapala, y agregó que “no extraño entrenar, porque maduré bien el duelo”.
Sin embargo, al ser consultado sobre si su retiro ya es definitorio, respondió que “nunca digas nunca… pero lo mío se acerca al nunca”, y explicó que se encuentra con otros desafíos que lo mantienen con un propósito diario, “ya que trabajar con niños y jóvenes es desafiante y estimulante”.
Fuente de consulta obligada con respecto a la actualidad del selectivo, luego de haber dirigido durante doce años, Magnano se refirió a la ausencia de Argentina en el último Mundial y los Juegos de París 2024: “Más allá del nivel de jugadores que uno entrene, uno oficia de agente multiplicador y hay que entender que la presencia en un Mundial de la categoría que fuese oficiaba como un verdadero agente multiplicador. Hoy por hoy hemos dejado de multiplicar para empezar a restar, por lo que indudablemente es un retroceso”.
Al momento de recordar a la “Generación Dorada” y la posibilidad de que Argentina pueda gozar de un plantel de esas características en el futuro, el cordobés aclaró que “hay que desterrar del léxico la palabra imposible. En un juego de apuestas quizás nadie apostaba un peso a que alguna vez Argentina iba a ser campeona olímpica, y eso ocurrió. Hay que dar un mensaje esperanzador, ya que no podemos privarnos de la posibilidad de soñar o anhelar”.
“Todavía no concibo darme cuenta de todo lo que conseguí. Pero fui un mal alumno porque si tuviera que repetir la misma historia le daría porcentualmente un mayor porcentaje a disfrutar. Nunca evalué nunca una derrota con una victoria de la misma manera. Me autoflagelaba cuando perdíamos y no disfrutaba lo que tenía que disfrutar cuando ganábamos. Pero son aprendizajes que la vida va poniendo”, cerró quien integra el Salón de la FIBA desde el 2021.