El diputado Carlos Coggiola (PDC) presentó un proyecto para generar incentivos de acceso financiero para el sector productivo hortícola de la provincia. Se prevé la creación de un Programa de Fomento y Asistencia Financiera, que contará con fondos provenientes del Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo (IADEP), y de un Banco de semillas y fertilizantes.
La medida contempla una asistencia crediticia de 150 millones de pesos, destinados a financiar el Programa propuesto, fondos que devendrán de los recursos asignados por presupuesto al IADEP. El articulado de la iniciativa menciona que los beneficiarios deberán cumplir con los requisitos exigidos para acceder a los créditos en cuestión, al tiempo que deja librado a la reglamentación cuestiones más específicas como los montos de créditos, los plazos, la tasa de interés, la actualización del capital a valor producto, las garantías, las certificaciones y los períodos de gracia.
Los proyectos para acceder a los créditos podrán ser presentados de manera individual, mancomunada (grupos de productores asociados para desarrollar un determinado proyecto) o a través de organizaciones de productores formalmente constituidas (asociaciones de fomento rural, cooperativas u otras).
Finalmente, la propuesta crea, además, el Banco de semillas y fertilizantes para productores hortícolas, el que será atendido con hasta el 10% del presupuesto del Programa creado por la misma norma.
Los fundamentos mencionan que la producción hortícola local –fomentada a partir de la creación del Mercado Concentrador-, representa un promedio anual del 30% de la oferta del mercado en la región, siendo el resto de los productos derivados desde otros puntos de la región o del país. En otros términos, el legislador asegura que “la provincia de Neuquén, sólo produce el 30% de lo que consume”, para agregar más adelante que se trata de una realidad que “es un verdadero despropósito, en una provincia abrazada por dos caudalosos ríos, con un clima propicio, con miles de hectáreas bajo riego o potencialmente bajo riego y con una larga idiosincrasia agrícola”.
Toma por caso la provincia de Mendoza, una de las principales productoras de hortalizas del país, ocupa el segundo lugar y constituye la tercera actividad agrícola de la provincia por superficie, después de la vid y los frutales, aunque es la primera por ocupación de mano de obra. Con tal antecedente, la provincia de Neuquén “debe en forma urgente modificar su matriz productiva, de manera de ir paulatinamente abandonando la casi total dependencia de los hidrocarburos que hoy manifiesta”, asegura Coggiola, quien sugiere la puesta en marcha del Programa en cuestión a fin de afianzar la producción hortícola local.
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