A 40 años de la guerra de Malvinas, Prefectura Naval Argentina realizó hoy una ceremonia conmemorativa del aniversario de su actuación en la gesta del Atlántico Sur y del combate aeronaval que protagonizó el Guardacostas GC83 Río Iguazú, el 22 de mayo de 1982, contra dos aviones ingleses.
La ceremonia tuvo lugar en la sede de la Prefectura de Zona Lacustre y del Comahue, en la Isla 132. Fue convocada por el Prefecto Mayor Nelson Edgardo Masset y contó con la participación, en representación del gobierno provincial, del ministro jefe de Gabinete Sebastián González y la secretaria de Seguridad Marianina Domínguez.
El ministro jefe de Gabinete mencionó las múltiples acciones realizadas a nivel provincial para mantener viva la memoria en torno a Malvinas y destacó en particular el rol de la Prefectura en la gesta, al destinar personal y recursos para la recuperación de las Islas y ejercer su rol como Autoridad Marítima argentina.
«La misión de la Prefectura en las Islas Malvinas era la de ejercer el poder de policía en el mar territorial y zona contigua, navegando periódicamente y mostrando su presencia en las caletas y radas. También debía brindar seguridad a las instalaciones portuarias y buques amarrados, cumplir misiones de a bordo de los guardacostas que se encontraban en las islas y realizar el practicaje a los buques mercantes en el acceso a Puerto Argentino. Todo esto, en condiciones meteorológicas adversas en zonas minadas y con la constante amenaza del enemigo», detalló. Para cumplir esas tareas se enviaron a las islas personal terrestre, dos guardacostas, dos aviones y un helicóptero, con sus respectivas tripulaciones.

Por esas tareas, el guardacostas “Río Iguazú”, zarpó el 22 de mayo muy temprano, con destino a Puerto Darwin transportando personal y material del Ejército Argentino, siendo atacado en medio de ese trayecto por dos aviones ingleses Sea Harrier. El guardacostas enfrentó el ataque con sus ametralladoras logrando derribar a uno de los aviones enemigos.
En esta acción, Julio Omar Benítez perdió la vida mientras operaba una de las ametralladoras y otros 3 miembros de la tripulación resultaron heridos. Al ver lo ocurrido, el maquinista José Raúl Ibáñez tomó el puesto de su camarada caído y logró derribar uno de los aviones ingleses. Por esa acción, fue condecorado con la máxima distinción existente hasta ese momento: la cruz “La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate”.