En la cordillera rionegrina, El Bolsón se convierte en el destino ideal para desconectar con la rutina y pasar unas vacaciones inigualables en permanente contacto con la naturaleza, en un entorno de montañas, aguas de colores que maravillan y bosques que invitan a practicar un sinfín de actividades recreativas en familia o con amigos.
A 120 kilómetros hacia el sur de Bariloche, este destino se convierte en la elección de miles de turistas cada año. Es que allí, naturaleza, aventura, mitos, historia, cultura y tranquilidad, se combinan de una manera especial y hacen que la experiencia de visitar El Bolsón sea inolvidable.
Adrenalina y diversión en el agua:
Una de las opciones para quienes quieran disfrutar una actividad cargada de emoción y adrenalina es el rafting. Se trata de una propuesta deportiva y recreativa que consiste en recorrer el río en la dirección de la corriente sobre un gomón, que puede realizarse tanto en el río Azul como en el Manso.
En el Azul, el recorrido a bordo de la embarcación es de aproximadamente 2 kilómetros y, al tener un nivel de dificultad de 2, es apto para toda la familia. El servicio, cuya duración ronda las dos horas y media, puede contratarse directamente con los prestadores del lugar, o mediante agencias de viaje de la región.
La excursión parte de Camping Huenain y, a mediados de la misma, las y los participantes podrán realizar una flotada en unos piletones naturales en los que tendrán la posibilidad de practicar snorkel y visualizar la imponente flora y fauna que habita las aguas, bajo la atenta supervisión de los instructores.
Además, en el último tiempo se sumó la posibilidad de realizar en este curso de agua pad rafting, una alternativa a la práctica tradicional que se lleva a cabo de forma individual en pequeños gomones y cuenta con guías especializados. Esta parte desde Campo Base e incluye una pequeña caminata antes de ingresar al río.
Desde El Bolsón también es posible contratar la excursión de rafting en el río Manso Superior, la cual implica un mayor nivel de dificultad debido a los rápidos continuos con los que cuenta el recorrido.
Se trata de una actividad que dura todo el día e incluye traslado, almuerzo en uno de los campings del imponente destino rionegrino y la excursión en sí misma, que parte desde el camping La pasarela y culmina en el Paso León.
Una alternativa diferente:
Durante el verano, el Cerro Perito Moreno invita a vivir la montaña de una manera distinta, con algunas alternativas para toda la familia. Subiendo en aerosilla hasta nivel intermedio se pueden hacer combinaciones de puentes colgantes y tirolesa, o emprender caminatas y cabalgatas hacia algunos de los puntos panorámicos desde donde se pueden apreciar las más maravillosas vistas de la ciudad.
Por otra parte, en el Circuito Mallín Ahogado se puede vivir una impresionante aventura de tirolesas, con más de 15 kilómetros de recorrido a través de los copiosos bosques de coihues característicos de la zona. Allí también se encuentra el Museo de Piedras Patagónicas, un increíble espacio al aire libre donde se ofrecen charlas informativas sobre los elementos que conforman el lugar.
Propuestas para todos lo gustos:
Año a año más chacras abren sus puertas para que el público pueda adentrarse en el proceso productivo. Más allá de las tradicionales frutas finas y el lúpulo, en el último tiempo se sumaron las visitas a los campos de enhebro, materia prima del gin, campos de azafrán y espacios donde se producen lácteos.
La reciente y creciente tendencia de las prácticas orientales de bienestar, tienen un lugar preponderante en las propuestas que ofrece El Bolsón, como la meditación, masajes holístico y tailandés, Tai Chi Chuan, reflexología, yoga, reiki, terapia floral, acupuntura, masaje indio de la cabeza y masaje Tau Na, baños de gong, masaje a 4 manos y chamanismo entre otros. Las disciplinas ancestrales se ven acompañadas por una amplia gama de productos gastronómicos a base de producción orgánica en cada ciclo del año que nutren el Ser integral.
Si de gastronomía se trata, la ciudad lacustre es especialista en poner a prueba los sentidos con una amplia gama de opciones culinarias basadas en productos regionales entre los que se destacan los pescados, como la trucha y otros salmónidos que se presentan de diversas maneras. Además, las frutas finas se transforman en las estrellas de diferentes platos dulces y hacen explotar el paladar de sabores.