Por pedido de la fiscal del caso Eugenia Titanti y el asistente letrado Bruno Miciullo, un hombre, acusado por atropellar y matar a un comerciante que se encontraba en la puerta de su local , comenzó a ser juzgado ante un tribunal colegiado.
En el alegato de apertura del juicio que comenzó hoy, Titanti indicó que luego de reproducir las pruebas a lo largo del juicio, la fiscalía solicitará un veredicto de culpabilidad por el delito de homicidio simple cometido con dolo eventual, en carácter de autor (artículos 79 y 45 del Código Penal).
La fiscal del caso explicó que el hecho ocurrió el 23 de octubre a las 21, cuando el acusado dio muerte a Pedro Ariel Leiva, a quien embistió con su vehículo. “En base a las circunstancias concretas entendemos que actuó con conocimiento pleno de los riesgos y resultados que asumía al realizar esa conducta”, sostuvo.
Por último, desde la fiscalía solicitaron que se valore las conductas como “un todo”. “A lo largo del juicio podrán oír a testigos presenciales que darán cuenta de que el hecho ocurrió un sábado de primavera, en zona centro urbano, muy transitado”, argumentó Titanti. Agregó que al menos cuatro personas explicarán lo que vieron y oyeron ese 23 de octubre, y que entre los testigos hay con una persona con la que el acusado, previamente al hecho, mantuvo un altercado en cercanías del lugar.
Los abogados querellantes particulares, que intervienen en representación de la familia de la víctima, adhirieron al pedido de la representante del Ministerio Público Fiscal.
El hecho ocurrió el 23 de octubre, cerca de las 21, en la esquina de calles Intendente Carro y La Pampa de la ciudad de Neuquén. La teoría del caso que intentará acreditar el Ministerio Público Fiscal es que la víctima, Pedro Ariel Leiva, estaba en el frente de su comercio cuando el hombre subió a la vereda con la camioneta Ford Eco Sport que conducía y lo embistió, provocándole la muerte.
En forma previa, el acusado había tenido una discusión con el conductor de una camioneta Fiat Estrada, a quien persiguió durante varias cuadras. Fue en ese contexto que circulaba a alta velocidad y perdió el control de su vehículo.
De acuerdo con las pericias realizadas una hora después del accidente, el imputado tenía alcohol en sangre y circulaba a una velocidad mínima verificada de 47 kilómetros por hora.