La consolidación de un sistema de información educativa para una gestión más eficiente, el replanteo de la carrera docente, y la mayor articulación entre educación y trabajo son tres desafíos fundamentales que enfrenta hoy el sistema educativo argentino, planteó Ignacio Ibarzábal, director ejecutivo de Argentinos por la Educación, en la tercera jornada del 58° Coloquio de IDEA, celebrada hoy en Mar del Plata, en un espacio del que participaron Martin Müller, Presidente del Consejo General de Educación de Entre Ríos y José Thomas, Director General de Escuelas de Mendoza, entre otros.

Ibarzábal mencionó que sólo 16 de cada 100 estudiantes que comienzan la primaria llegan al último año de secundaria a tiempo y con los niveles de aprendizaje esperados, de acuerdo con el Índice de Resultados Escolares elaborado por Argentinos por la Educación. Los datos muestran profundas desigualdades: en CABA son 33 de cada 100 y en Córdoba 24, pero en provincias como Santiago, Chaco o Formosa solo 5 de cada 100 estudiantes terminan la secundaria con resultados satisfactorios. “Este es el principal indicador que tenemos que enfocarnos en mejorar. Muestra que nadie se salva solo y, por eso mismo, que tenemos que unirnos en la búsqueda de la solución”, afirmó.

La presentación de Ibarzábal hizo foco en tres desafíos para la mejora de la educación: los sistemas de información, la cuestión docente y la articulación entre educación y trabajo.

“Los sistemas nominales de información son una herramienta de gestión fundamental para la toma de decisiones basadas en evidencia. Si bien en Argentina se viene trabajando en el Sistema Integral de Información Digital Educativa (SInIDE) desde 2012, aún somos de los pocos países de la región que no han logrado consolidar un sistema de información educativa que permita seguir la trayectoria de cada estudiante a nivel nacional”, explicó. Los avances son dispares: hay 17 provincias que cuentan con sistemas propios, pero persisten desafíos como homologar los datos a nivel nacional, utilizar la información para la gestión y lograr que las comunidades educativas puedan aprovecharla para la mejora.

En cuanto a la carrera docente, Ibarzábal destacó que, aunque la Ley de Educación Nacional dispone dos vías para el desarrollo docente (en el aula y la función directiva), prácticamente en todo el país, lo primero sigue sin ser una opción. Finalmente, indicó que los salarios docentes se ubican en el puesto 15 de un total de 18 actividades relevadas por la Encuesta Permanente de Hogares.

Con respecto a la vinculación entre educación y trabajo, Ibarzábal citó un relevamiento realizado por IDEA, según el cual el 86% de las empresas manifiesta que los jóvenes no profesionales que ingresan al mercado laboral están poco o nada preparados para hacerlo, mientras que el porcentaje desciende al 30% cuando se trata de jóvenes profesionales.

El director ejecutivo de Argentinos por la Educación resaltó que, aunque los desafíos son grandes, es posible transformar la realidad del sistema educativo. Y destacó la importancia de apoyar las políticas públicas que impliquen mejoras para el sistema: “La inversión privada tiene un rol que jugar en acompañar políticas públicas que mejoren la educación. En la medida en que nos unamos para trabajar en mejoras a escala, como han hecho otros países de la región, tenemos posibilidades de construir la educación que nuestros hijos merecen”.