Al menos entre 800 y 1000 personas, integrantes de la congregación de la Iglesia de Dios, acompañaron con cánticos cristianos el recorrido del vehículo que transportaba, desde la sala velatoria de la C.E.E.Z., hasta el cementerio local, el féretro conteniendo los restos de la pastora Ana María Troncoso, de 50 años de edad, quien en el día de la fecha falleció en un trágico siniestro vial en cercanías del paraje Tres Piedras, sobre Ruta Provincial 14.

Inmensas e interminables muestras de dolor, puesta de manifiesto por los vecinos de Zapala, quienes saludaron y abrazaron al pastor Alberto Melillan, a sus hijos y demás familiares.

En cada abrazo, quedó reflejado también el agradecimiento eterno a la pastora Mary, quien dedicó gran parte de su vida a llevar la palabra de Dios.

El pastor que la despidió, expresó sentidas palabras, resaltando y destacando la trayectoria y el trabajo realizado por la pastora Mary, ayudando y acompañando a hombres y mujeres, en difíciles momentos de sus vidas.

En los tramos finales de su mensaje, el pastor invocó e hizo mención al versículo 13 del capítulo 14 de Apocalipsis; “Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”.