El fiscal del caso Andrés Azar solicitó el sobreseimiento definitivo de un policía que, en el marco de una persecución que se extendió aproximadamente por 6 kilómetros, disparó con una escopeta a un auto e hirió al conductor.
El representante del Ministerio Público Fiscal confirmó que, luego de realizar la investigación, se determinó que el efectivo intervino en la situación “en legítima defensa, propia y de terceros”, de acuerdo con lo que indica la legislación que rige el accionar policial.
El hecho por el que se había acusado al policía ocurrió el 13 de octubre de 2022, aproximadamente a las 16:30, cuando debido a la activación de un botón antipánico, dos efectivos se presentaron en una vivienda del barrio Z1 de la ciudad de Neuquén. El dispositivo había sido entregado a la expareja de la víctima y se accionó para alertar su cercanía. Al notar la llegada de la policía a la vivienda, este último inició una huida que se extendió por distintos barrios y que incluyó, según indicó el fiscal Azar de acuerdo a los relatos de testigos y al registro de cámaras de seguridad, semáforos en rojo y una conducción antirreglamentaria del auto que manejaba.
En el marco de la persecución, personal policial se apostó en la esquina de calles Abraham y Arabarco y, al ver que el vehículo se acercaba a gran velocidad, le hicieron señas para que se detuviera. Por el contrario, el conductor aceleró y dirigió el auto a dónde estaba los policías, que tuvieron que saltar para evitar el choque. Fue en ese contexto que uno de ellos, Ricardo Mauricio Campos, efectuó un disparo con una escopeta antitumulto e hirió al varón que manejaba.
En una audiencia desarrollada el 10 de marzo pasado, la fiscalía formuló cargos a Campos por el delito de homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por la calidad de policía en ejercicio de su función, en grado de tentativa (artículos 80, inciso 9; 41 bis; 42 y 45 del Código Penal).
Azar detalló que, si bien originalmente se avanzó en la formulación de cargos, la investigación permitió constatar que “la conducta de Campos se encontró justificada por actuar en legítima defensa, pero también en una serie de derechos y obligaciones que previstos en la legislación que regula el régimen del personal policial y el funcionamiento de la policía”. Destacó también la obligación del policía de intervenir “ante la necesidad principal de evitar un daño a terceros” y remarcó que “el lugar en el que se da el control se encuentra frente a una plaza, que al momento de los hechos se encontraba llena de gente, y una parada de colectivos”.
El fiscal, que intervino junto al asistente letrado Pablo Jávega, agregó luego que “es en ese contexto que encontramos plenamente justificado el accionar” del policía y pidió su sobreseimiento.
La jueza de garantías que dirigió la audiencia escuchó a las partes y se refirió al “deber de objetividad” que rige el trabajo de la fiscalía, por lo que hizo lugar al pedido del fiscal Azar y sobreseyó de los cargos iniciales al efectivo.
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