Un tribunal impuso 10 años de prisión a Sergio Adrián Iturra, quién a partir de la acusación de la fiscal del caso Rocío Rivero, había sido declarado responsable por el homicidio de Mario Alberto Valero, cometido luego de una discusión familiar en Rincón de los Sauces.
Iturra fue condenado por el delito de homicidio simple en calidad de coautor y amenazas agravadas por el uso de arma, en concurso real y en carácter de autor (artículos 79, 149 bis, 55 y 45 del Código Penal).
La pena se definió hoy, en una audiencia en la que la representante del ministerio público fiscal solicitó 15 años y la querella particular adhirió. La defensa del condenado, por su parte, pidió el mínimo de 8 años de prisión previsto en la escala para los delitos por los que se declaró la responsabilidad.
Rivero solicitó al tribunal que tuviera en cuenta la extensión del daño causado por la muerte de la víctima, al haber afectado el sustento económico de su familia; las circunstancias de modo y ocasión, en tanto que al ahora condenado no le importó la presencia de los niños en el lugar del hecho; y el contexto de violencia de género en el hecho referido a las amenazas contra una víctima mujer, a partir de la asimetría de poder entre el imputado y la joven, quien estaba “en un lugar y en una familia hostiles”.
Tras escuchar a las partes y considerar atenuantes y agravantes, el tribunal integrado por el juez Andrés Repetto y las juezas Carina Álvarez y Estefanía Sauli condenó a Iturra a cumplir 10 años de prisión efectiva.
El hecho
La teoría del caso que logró acreditar el Ministerio Público Fiscal en el juicio es que el hecho ocurrió el 4 de junio de 2023 cerca de las 23, en Rincón de los Sauces. Sebastián Iturra y Agustín Batista, tras una discusión con Mario
Valero, se dirigieron portando cuchillos a la casa de éste último, a quien le anticiparon mediante un mensaje que lo matarían.
Una vez en el lugar, y al encontrarse la víctima en la vereda, el condenado y Batista comenzaron a insultarlo y a arrojarle piedras. Luego, ambos agresores se enfrentaron a Valero, quien se defendió con un cuchillo que sacó de su casa. Tanto Valero como Batista se provocaron lesiones mutuas con los cuchillos. Primero se desplomó Valero y, a los pocos segundos, lo hizo Batista. Posteriormente, el imputado pateó a Valero, con quien tenía un vínculo, en la zona de la cabeza. En forma previa, Iturra amenazó con un cuchillo a otra mujer.