La iniciativa propone acercar las pilas en desuso a uno de los puntos de acopio distribuidos estratégicamente en la ciudad. Una vez llenos esos puntos, se efectuará la recolección y se almacenarán en un lugar seguro, identificados y clasificados como lo dispone la Ley Nacional N° 24.051.

Desde la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Municipio continúan desarrollando las tradicionales campañas que han calado hondo en la comunidad zapalina. A ellas, en el último tiempo se sumaron dos más: “Recopilas” y “Sin Colillas”.

En este sentido, se busca que los vecinos y vecinas que poseen pilas en desuso puedan arrojarlas en alguno de los puntos de acopio ya instalados en la localidad:

Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (Uriburu 268)

Secretaría de Turismo (Sección Bosque Comunal)

Municipalidad (Mesa de Entrada)

Biblioteca Popular Elordi (Avellaneda y Elena de la Vega)

EPEN (Houssey y Gatica)

Es importante señalar que el mayor riesgo se produce cuando las pilas o baterías son desechadas al ambiente sin ningún tipo de tratamiento o almacenamiento adecuado. No son biodegradables, son corrosivas y presentan alto nivel de toxicidad y peligrosidad.

Los metales pesados que pueden lixiviar al suelo y fluir por cursos de agua y acuíferos, contaminando el recurso natural y afectando la salud de los seres vivos.

A saber: una pila “botón” de mercurio puede a contaminar 600 mil litros de agua, el equivalente al consumo de 30 personas en toda su vida. Los componentes tóxicos no son biodegradables y se acumulan en los tejidos y órganos del cuerpo, pueden provocar efectos irreversibles sobre la salud; enfermedades tales como cáncer, daño al cerebro, los riñones y, en caso de las embarazadas, puede ocasionar graves daños al feto, retraso mental, falta de coordinación, ceguera y convulsiones.