Los integrantes del G-77 de Zapala festejaron y disfrutaron en Villa La Angostura, el último fin de semana, los 46 años de egresados.

Un dato que caracteriza al G-77, egresados de la Escuela Normal de Zapala, es la organización para definir acciones futuras, siempre con la debida antelación, para que todo lo programado salga bien, en tiempo y forma.

Esto ocurrió con el viaje y estadía en Villa La Angostura, dado que el Grupo-77 lo programó en tiempo y forma, con la debida anticipación.
Por tal motivo, el viernes 29 de septiembre, a las 9.00  hs, los egresados se encontraron en la colectora de calle Houssay de Zapala, frente a rotonda Primeros Pobladores, para emprender rumbo a la ciudad turística, y de esta manera comenzar a vivir y disfrutar de un fin de semana que tuvo caraterísticas notables.

La primera parada fue en Junín de los Andes, ciudad donde reside un histórico del G-77; Miguel Ledesma.

Además de Zapala, viajaron egresados desde Neuquén, Cipolletti, Mari Menuco, Picún Leufú, e inclusive desde el vecino país de Chile.
Es válido destacar que, el lugar elegido para festejar los 46 años de la finalización de estudios secundarios, Villa La Angostura, está relacionado a que una de las egresadas del G-77, Sandra Modarelli, reside desde hace muchísimos años en la mencionada ciudad turística, y además cumplió  años, por lo que el reencuentro fue propicio para festejarlo.

Un dato importante para resaltar es que, los almuerzos y cenas que comparten en Villa La Angostura, todo es con gastronomía casera, preparada especialmente por las y los egresados que viajaron desde diversas latitudes.

Además del aspecto gastronómico, las y los egresados realizaron un recorrido, caminando en la montaña, hasta encontrarse con un lago escondido, en un paisaje de ensueño.

En la noche del sábado, los festejos continuaron en una Cervecería ubicada en las afueras de Villa La Angostura, con pizzas, música y baile hasta altas horas de la madrugada.

Por otro lado, destacar la solidaridad de los integrantes del G-77 siempre está presente a través de los años, lo que ha permitido acompañar, en muchos casos a la distancia, a quienes lo necesiten, ante difíciles circunstancias de la vida.

Así también, el recuerdo para aquellos egresados que no pudieron viajar a Villa La Angostura por diferentes motivos, personales o laborales.
En definitiva, el G-77 continúa más unido que nunca, disfrutando momentos inolvidables en la vida de cada egresado.

Seguramente, en unos meses más, quienes integran el G-77, comenzarán a plantear inquietudes y nuevas propuestas para poder reencontrarse.