Un varón fue condenado a 11 años de prisión, luego de que a fines de 2024, tras pactar un encuentro en la casa de una mujer a través de una red social, intentó matarla con un cuchillo y, antes de escapar, le sustrajo el celular y otros elementos.
Así lo explicó durante una audiencia de procedimiento abreviado realizada hoy la fiscal del caso Silvia Moreira, quien estuvo a cargo de la investigación junto al asistente letrado Pablo Jávega. Luego precisó al tribunal, integrado por los jueces Raúl Aufranc, Lucas Yancarelli y Juan Pablo Encina, que el imputado, Ricardo Daniel Torres, reconoció su responsabilidad penal.
Torres cometió el hecho el 12 de noviembre a la madrugada, en la vivienda de la víctima, ubicada en un barrio de la capital neuquina, donde habían pautado encontrarse luego de intercambiar mensajes a través de una red social. Una vez que el imputado llegó a la casa, ambos tomaron bebidas alcohólicas, mientras que él también consumió estupefacientes.
Más tarde, Torres tomó un cuchillo y atacó a la mujer, provocándole cortes en el cuello y, de acuerdo con el relato de la víctima, presionar su tórax con la intensión de agravar el sangrado. Después la encerró y empezó a sustraer elementos que fue poniendo en una mochila. La mujer pudo escapar y pedir ayuda a los vecinos. Ante esta situación el acusado se dio a la fuga, llevándose el teléfono celular de la víctima y otros elementos personales.
Producto de las lesiones que recibió, la vida de la mujer estuvo en peligro, fue intervenida quirúrgicamente y estuvo internada en un hospital.
Moreira calificó el hecho como homicidio simple en grado de tentativa, en concurso real con robo agravado por el uso de arma, en calidad de autor (artículos 79; 166, inciso 2; y 45 del Código Penal).
Para fundamentar el pedido de 11 años de prisión efectiva, la fiscal del caso anticipó que la víctima fue informada del acuerdo alcanzado y brindó su consentimiento.
Luego planteó los agravantes a considerar para fijar la cantidad de años de prisión solicitados: la naturaleza de la acción y de los medios empleados para ejecutarla (la nocturnidad, la planificación y el uso de un cuchillo, sin mostrar piedad hacia la víctima) y la extensión del daño causado (la mujer tuvo que permanecer internada y aún presenta secuelas físicas y psicológicas por lo ocurrido).
La defensa no se opuso al pedido de pena de la fiscalía, por lo que luego de un cuarto intermedio, el tribunal homologó el acuerdo de responsabilidad e impuso los 11 años de prisión efectiva solicitados.