Partido intenso, con muchos nervios en el temperamento de los jugadores, lo que determinó que la fricción estuviera presente en cada jugada, a lo largo de los 90 minutos.

Lo ganó Don Bosco por la diferencia mínima, mediante un tiro penal, ejecutado por Manu Rojas a los 31 minutos del primer tiempo.

Unión comenzó mejor el encuentro, más incisivo que el rival, mereciendo la ventaja, pero sin poder convertir, en el arco defendido por una de las figuras del encuentro, Maxi Avila.

El gol de Don Bosco llegó en el momento menos esperado, en una jugada que el árbitro Cubría cobró una falta a favor de Don Bosco, de Gatica a Hernán Méndez, pero al acercarse observó que la misma había sido dentro del área.

Cabe mencionar que Manu Rojas había ingresado desde el banco de suplentes a los 5 minutos,  en reemplazo del capitán Miguel Grandi, quien tuvo que dejar el campo de juego por una lesión en la rodilla.

Para destacar en Unión, el trabajo del delantero Oringo, quien complicó con su juego y habilidad a la defensa de Don Bosco, faltándole únicamente el gol.

Con el correr de los minutos, el partido se tornó muy  “caliente”, con faltas muy fuertes, poniendo en peligro la integridad física de los jugadores.

Varios expulsados a lo largo del partido; dos en Don Bosco; Hernán Méndez y Germán Saez, y en Unión, el defensor Gatica, todos en el segundo tiempo.

Al finalizar el partido, fuerte reclamo de los jugadores y cuerpo técnico de Unión al árbitro Cubría, quien tuvo que ser protegido por los efectivos policiales para poder retirarse al vestuario.

El reclamo de Unión obedecía a que los jugadores entendían que el árbitro no cobró dos penales, uno en cada tiempo.

El resultado obtenido por Don Bosco, le otorga un respaldo anímico y deportivo al flamante cuerpo técnico, integrado por Cristian Querci y Martín Coca.