Miguel Ángel “Quique” Messineo tiene 82 años y desde los 13 está arriba de una bicicleta, superándose en cada tramo y representando a Neuquén en el país y el mundo. En mayo buscará el cuarto título en el Campeonato Mundial de Gran Fondo en Nueva York, con un recorrido de 140 kilómetros.
“El mensaje es que se puede. Hay que poner pasión, dedicación, inspiración y mucha transpiración”. A sus 82 años recién cumplidos y con 69 arriba de una bicicleta, este es el mensaje de Miguel Ángel “Quique” Messineo transmite. El destacado ciclista neuquino buscará el cuarto título en el Campeonato Mundial de Gran Fondo de Nueva York, que se disputará el próximo 18 de mayo, una dura carrera de 140 kilómetros.
Detrás de este importante desafío hay casi siete décadas de esfuerzo y muchas satisfacciones; decenas de títulos; la competencia con otras disciplinas; la incursión como dirigente en el desarrollo de organizaciones deportivas; premios y reconocimientos; el ser considerado el atleta que más títulos le dio a la provincia y un gran representante de Neuquén en el país y el mundo. Ni más ni menos.
En el campeonato en Nueva York ya participó cuatro veces y en tres oportunidades volvió con el triunfo en su categoría, con una bicicleta de ruta. “El primer año salí segundo y los tres últimos los gané. Se larga todos los años desde el puente George Washington, el año pasado éramos unos 6000 ciclistas de 101 países”, relató.
Quique llegará a esta edición con muy buenas expectativas, ya que un triunfo a fines del 2024 en Cozumel, México, le permitirá salir desde una posición VIP, más ventajosa. “Es como una clasificación, largo adelante. En México éramos 2900 y quedé 329 en la general, es inédito”.
Para este nuevo desafío cuenta con el acompañamiento del gobierno provincial, mediante el Instituto de Juegos de Azar del Neuquén (IJAN), y el ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres a través de la secretaría de Deportes, Cultura y Gestión Ciudadana. “Es una ayuda que para mí, es un estímulo moral más allá de lo económico; voy a representar a la provincia y al país, llevo la bandera de Neuquén, así que lo agradezco mucho porque me consideran. Hay que ayudar al que hace estos esfuerzos”, manifestó.
Los comienzos:
“Yo arranqué en el ciclismo a los 12 años, 13 años. Jugaba al fútbol en una canchita de Confluencia, yo venía de Cipolletti los sábados, íbamos por la ruta y veía a los ciclistas que entrenaban y para mí eran superhéroes, iban por los caminos de tierra, me gustó. Un día me puse un poco atrás, iba en una bicicleta de paseo”. Y agregó: “Yo ya traía los genes en la sangre, mi padre había sido ciclista en Olavarría, mis tíos habían sido ciclistas”.
Con el fútbol llegó la oportunidad de realizar una prueba al club Estudiantes de la Plata y ahí es cuando se inclinó por el ciclismo. “Le dije a mi viejo que quería correr en bicicleta. Y me dijo que sí, si era mi pasión. Me compró una bicicleta y ahí empecé corriendo en menores de 15”.
Fue superando edades, ya cuando tenía 18 años se federó y comenzó a correr los grandes premios. Recuerda que la zona era toda de ripio, con canales que se desbordaban; el único asfalto que existía era la ruta 22.
En paralelo al inicio en el ciclismo, se desarrolló su vida laboral. “Entré a trabajar a la Legislatura como cadete, la primera Legislatura siendo provincia. Y lo aparejo con el deporte porque entré como cadete y llegué a jubilarme con la más alta categoría, como prosecretario legislativo. Todo con perseverancia, estando adentro estudié mucho, aprendí mucho de leyes, estuve casi 40 años”, relató.
Quique está casado hace 55 años, tiene una hija y una nieta.
A lo largo de su carrera deportiva incursionó en otras disciplinas, compitiendo en duatlón, triatlón, tetratlón e ironman, y en el plano dirigencial fue el fundador de la Asociación Neuquina de Triatlón. “Siempre fui autodidacta, soy un tipo muy rompe, muy estudioso, como lo fui en la vida para crecer en lo laboral, en el deporte hice cursos en todos lados, fui incorporando la ciencia al deporte, como por ejemplo en su momento aprender a entrenar con monitor de ritmo cardíaco”.
Algunos números:
¿Cuántos kilómetros recorridos en 69 años de ciclismo?, es la pregunta que surge. Quique cuenta que en el año 2000 se publicó el libro “Personalidades del 2000”, donde fue incluido entre personas destacadas de Neuquén y Río Negro. “En ese año yo ya tenía un millón de kilómetros”.
En cuanto a títulos obtenidos, cuenta con 30 en triatlón y duatlón; fue el primer campeón argentino de mountain bike (en 1990 en San Martín de los Andes); ganó varios campeonatos sudamericanos y panamericanos tanto en ciclismo como en triatlón o duatlón. “Siempre voy a dar lo mejor. Si gano, mejor, pero yo me voy a superar a mí mismo tratando de ser hoy mejor que ayer y mañana mejor que hoy”.
Además de Argentina, ha participado de competencias en Italia, Estados Unidos, México, Uruguay, Chile, Brasil, entre otros países.
La rutina de entrenamiento de cara a la próxima competencia es de doble turno, con gimnasio por la mañana y bicicleta por la tarde, cuidándose de las bajas temperaturas. Los sábados es el turno en Ciudad Deportiva. “De acuerdo a la carrera que tenga voy estirando los entrenamientos; si un sábado hice 100 kilómetros, al otro sábado hago 110, 120, me voy acercando a lo que tengo que correr”, explicó.
Y agregó que “hay días que trabajo muy fuerte, voy viendo con el monitor de ritmo cardíaco que me indica descanso, miro las pulsaciones, la cadencia que manejo, tengo en cuenta la nutrición, hay que estar en todo en esto”. En este sentido, destaca la importancia de la supervisión médica.
Anécdotas:
Sin dudas hay miles de historias a lo largo de las décadas, y Quique compartió algunas. “Me acuerdo cuando corría la Vuelta al Valle que pasamos por la ruta 22, la casa de un amigo estaba frente a la ruta por donde pasábamos. Al otro día largábamos otra etapa y él viene con muletas, le pregunto que le había pasado y me dice ´por culpa tuya, ayer me fracturé las dos piernas´. Iba corriendo arriba el techo alentándome y se le terminó el techo”.
Y sigue recordando: “en un libro que escribí, una anécdota es que tengo 14 fracturas: dedos, muñeca, codos, clavícula, tengo prótesis de hombro, costillas no sé cuántas”.
¿Hasta cuándo el ciclismo? “Mi familia ya no me cree. Dejar la bici no, pero el anterior les había dicho que era el último mundial y les fallé. Así que no pongo fecha de vencimiento”, cerró Quique, que no tiene límites.