El trabajo en equipo del controlador aéreo, Diego Wonham, la Cooperativa de Servicios Aéreos Neuquinos Ltda. y la comunidad educativa del colegio San José Obrero logró montar las piezas del avión Collón Curá, una de las tres unidades de la línea aérea provincial.
La pasión y el entusiasmo por recuperar uno de los aviones de la empresa Transportes Aéreos del Neuquén (TAN) vinculó a ex empleados de la firma, aeronavegantes y la comunidad educativa del colegio San José Obrero. Se trata de la unidad Collón Curá, que fue rescatada de una chatarrería y será exhibida al público como patrimonio neuquino.
Luego de dos años de trabajo, la nave está completa y sólo restan los detalles estéticos para ser montada y expuesta al público. Durante 40 años TAN realizó transporte de pasajeros y vuelos sanitarios con sus tres aviones: Aluminé, Nahueve y Collón Curá.
A partir de la publicación del libro “TAN Transportes Aéreos Neuquén 1960-2001- Alas neuquinas para la integración regional” de Diego Wonham (controlador aéreo del Aeropuerto Internacional Presidente Perón), una de las repercusiones fue la información sobre la presencia de las partes del avión en una chatarrería. Luego siguió un camino de intereses comunes para comprar los restos y poner manos a la obra para recomponer la aeronave.
En este punto, el jefe del taller del área de Mecánica Industrial del colegio San José Obrero, Roberto Fernández destacó el trabajo de investigación de Wonham y la colaboración de la Cooperativa de Servicios Aéreos Neuquinos Ltda. “que lograron comprar el fuselaje, las alas y la cola que habían sido cortadas, pero recuperaron todo”.
“Nos convocaron para ser parte del proyecto, nos mostraron la memoria técnica y descriptiva donde estaba la estructura que había que hacer”, comentó Fernández y agregó que “había que montar las alas, la cola, fabricar una estructura interna a partir de donde agarrar la columna porque va a ser un monumento que va a estar en altura y resta preparar el fuselaje para pintarlo”.
Para el cierre del ciclo lectivo 2024 “logramos cumplir el primer objetivo”, manifestó Fernández en cuanto a la fabricación de la estructura interna y al montaje de las alas y la cola del avión. También destacó las donaciones de materiales “porque esto implica insumos metalúrgicos que todavía estamos necesitando”, indicó en referencia a los elementos necesarios para la restauración.
Las tareas se desarrollan como parte de las prácticas profesionalizantes del ciclo superior de estudiantes del colegio San José Obrero. Al respecto, el docente comentó que “es un trabajo lindo sobre todo enriquecedor para nuestros chicos porque es una propuesta motivadora que saca lo mejor de los estudiantes”. Participan de la experiencia, estudiante de nivel medio y del Centro de Formación Profesional de la institución.
Las tareas físicas se realizaron en primera instancia en las instalaciones del colegio salesiano y luego se montaron las piezas en el predio donde funciona el hangar del aeropuerto de la ciudad de Neuquén.
Se estima que el año próximo el proyecto finalizará con las labores estéticas “los parches para la posterior pintura y las piezas faltantes como las aspas”, indicó Fernández. Luego el avión será montado en altura como testimonio de una firma neuquina que operó durante 40 años.
Fernández expresa su satisfacción por el trabajo realizado y comenta que es producto de una tarea en equipo. Por parte del colegio, “hay que felicitar a los estudiantes que son el motor de estos proyectos”, especificó Fernández y subrayó la labor de su compañero del área de Mecánica Industrial, Ezequiel Iuillerat y en representación de las y los estudiantes, destacó la participación de Mateo Hermosilla que tuvo asistencia perfecta en el proceso.
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