Valentina Sotomayor, tiene 23 años y es campeona femenina de lucha. Además, combina su trabajo en la Policía del Neuquén con sus entrenamientos diarios y sus competencias deportivas. “Mi cable a tierra es venir a entrenar”, afirmó.
El kick boxing femenino, disciplina de combate que combina patadas y puños, está creciendo en Neuquén y Valentina Sotomayor es una de las jóvenes que compite, se destaca y gana. Su último trofeo lo consiguió luego de luchar en la jaula contra dos contrincantes, en el evento “Noche de Gloria”, organizado por su gimnasio, La Legión, y llevado adelante en el gimnasio Gigante del Este, en el barrio Sapere de Neuquén capital. “Fue un super cuatro femenino, estaba pactado en 60 kilos, en categoría amateur”, especifica.
En su última pelea, donde disputó 3 round de dos minutos cada uno Valentina contó “me tocó pelear dos veces, en este caso fue un poco más complicado porque una de las chicas del super 4 se bajó de la pelea, así que la que iba a pelear con ella pasó directamente a la final y tuve que pelear primero con una rival y después con la otra, que no había peleado”, aun así, agregó “costó, pero salí primera”.
La luchadora exhibe orgullosa su último trofeo junto a su entrenador, Daniel Beroiza, y cuenta que comenzó a entrenar en 2020 y hoy, cuatro años después, destaca que “empezar a entrenar me sirvió cuando estaba en mi peor momento, hoy es mi cable a tierra”.

Valentina recordó que “cuando yo empecé a practicar el deporte, después de la pandemia, había tenido tres pérdidas bastante grandes, y estaba en mi peor momento tanto física como emocionalmente”. Ella es la mayor de tres hermanas y reconoce que su familia es su sostén en este camino que hoy está transitando.
De hecho, fue gracias a su tía que la invitó a la primera clase de kick boxing, que empezó a entrenar de forma recreativa y luego, su entrenador le vio condiciones y le propuso participar de la primera competencia. Valentina enfrentó muchos desafíos como la adaptación a los golpes, la superación de sus nervios en esa primera pelea y la mala alimentación.
“Yo tenía muy mala alimentación, muy malos hábitos y de la nada cambiar y aprender cómo alimentarse, aprender a tener la disciplina de venir a entrenar; y los golpes, porque hay que acostumbrarse a los golpes, fue lo que más me costó”, describe.
Con cinco peleas ya en su haber, su rutina de entrenamiento es de todos los días, una hora y media, en su gimnasio La Legión kinck boxing, ubicado en San Martín al 4300 de la capital neuquina. “Al momento, en este gimnasio, soy la única mujer que está compitiendo”. Reconoció que otro gran sostén para su avance son sus compañeros de entrenamiento.
Por su parte, su entrenador Daniel Beroiza, señaló que él tiene alumnos de los 13 años en adelante, y aseguró que todos aquellos que tengan buena salud, pueden participar porque es un deporte que se adapta a las personas que lo practican de forma recreativa.
Valentina consideró como positivo que “hasta el día de hoy, cuando yo estoy estresada, vengo al gym entreno y con eso libero un montón”, y aseguró que “el deporte en sí te ayuda a estar bien emocionalmente, lo recomiendo 100 por ciento”. “Ojalá que arranquen más chicas, que por ahí cuesta porque no se animan tanto, pero se puede”, subrayó.
Complemento: trabajo y deporte:
Valentina Sotomayor pertenece a la Policía del Neuquén y fue la propia fuerza, a través de sus redes sociales, quien reconoció y valoró su desempeño competitivo. “Yo pertenezco a la Policía del Neuquén, trabajo en el centro de monitoreo urbano, hace aproximadamente un mes que estoy ahí”, contó Valentina y agregó que por fortuna “me da el horario de los francos para poder entrenar, así que con eso me arreglo”, y además aseguró que tiene el apoyo de parte de la institución policial para poder competir. “La Policía apoya mucho el deporte”, concluyó.