Natalia Farley se mudó junto a sus hijos desde la provincia del Chaco hasta Tricao Malal en búsqueda de oportunidades. Su vida cambió y hoy forma parte del proyecto “Mujeres Constructoras”.
“No vayas para el norte que es feo y no hay nadie”, fue lo primero que escuchó Natalia Farley cuando llegó a Plottier desde la localidad de Santa Sylvina, Chaco, y contó que quería irse a vivir a Buta Ranquil porque allá tenía comprovincianos. Hoy hace tres años que vive en Tricao Malal, afirma que está enamorada del norte neuquino y forma parte del proyecto “Mujeres Constructoras”, impulsado por la secretaría de Género del ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres.
Allí, un grupo de mujeres de distintas localidades del norte de la provincia adquieren técnicas de mampostería, armado de columnas, instalaciones de agua, gas, cloacas y mucho más.
“Vine con mis hijos y las valijas, nada más. La primera noche en Plottier tiramos unos cartones al piso y nos tapamos con la misma ropa que teníamos”, recuerda. Su hija tenía en ese momento 4 años y su hijo mayor 15.
Desde distintos puntos del país, Neuquén es vista como una tierra de oportunidades. Se calcula que entre 25 y 35 familias llegan por semana a la provincia. Sin embargo, las principales ciudades de radicación son Neuquén capital, Añelo, Rincón de los Sauces, San Martín de los Andes y Villa La Angostura. ¿Cómo Natalia terminó llegando al norte neuquino?
“Escuchaba que muchos chaqueños emigraban y conseguían cambiar sus vidas en esta provincia”, rememora Natalia, que tiene 38 años. Además, por Facebook había visto fotos de algunos de ellos viviendo en Buta Ranquil y decidió probar suerte.
Cuando aún estaba en Plottier, ingresaba a grupos de compra y venta de Buta Ranquil en las redes sociales, para preguntarle a las personas si sabían de algún trabajo. “Hasta que alguien me contestó, me dijo que pruebe en Tricao Malal y me pasó un contacto”.
Decidió tomar la oportunidad y luego de un tiempo de prestar servicios para la municipalidad comenzó a trabajar de lo que le gusta: es peluquera y tiene un emprendimiento de sublimación y estampados.
También decidió ampliar sus horizontes y anotarse a Mujeres Constructoras: “Quise aprovechar porque veo que en la zona es muy necesario que una mujer esté capacitada para esta clase de cosas para evitar estafas, tener conocimientos y también estar insertadas en este ámbito que a veces se piensa que es solo para varones”.
Ya instalada en Tricao Malal, afirma que el norte “tiene una magia increíble, con paisajes, lugares, costumbres y culturas únicas. Todavía quedo maravillada cuando en la ruta me topo con un grupo de animales que van rumbo hacia sus destinos”.
Desde el norte del país hasta el norte neuquino, su vida cambió. “Hoy me siento neuquina, porque para mí, amar y transmitir el amor por esta tierra es lo que te hace ser de acá”, sostiene.
Potenciar a las mujeres:
En el proyecto “Mujeres Constructoras” participan mujeres de Andacollo, Huinganco, Las Ovejas, Los Guañacos, Varvarco, Chos Malal, El Cholar, Tricao Malal, Villa del Nahueve y también de parajes cercanos.
La iniciativa surgió a partir de un acuerdo estratégico entre la secretaría de Género del ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres y el Banco Mundial para financiar proyectos que buscan potenciar a las mujeres.
Además, participan la Fundación Potenciar, institución a cargo del dictado de los cursos teóricos y prácticos y de otorgar los certificados; la municipalidad de Las Ovejas, que tiene obras iniciadas; el Instituto Provincial de Viviendas y Urbanismo (IPVU) y la subsecretaría de Empleo y Formación Profesional del ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral.
Mujer emprendedora Norte Neuquino Provincia de Neuquén