En una audiencia de determinación de pena realizada hoy en la Ciudad Judicial, el fiscal del caso Andrés Azar requirió que un varón, declarado penalmente responsable por abusar sexualmente de una niña e intentar asesinar a una mujer que era su expareja, sea condenado a 17 años de prisión.
El fiscal del caso evaluó como agravantes para requerir la condena los vínculos interpersonales entre el imputado y las víctimas y también la extensión del daño causado. En relación a las circunstancias atenuantes, valoró únicamente que el imputado no registra antecedentes penales, mientras que su edad fue tenida en cuenta como elemento neutro.
La defensora de los derechos de niñez y adolescencia Natalia Stornini, que intervino como querellante institucional en representación de la víctima de los abusos sexuales, adhirió a la condena solicitada por Azar.
El defensor oficial que representa al condenado no se opuso a la pena solicitada por el representante del Ministerio Público Fiscal.
En una audiencia anterior, realizada en agosto, el acusadofue declarado penalmente responsable mediante acuerdo entre las partes por los delitos de abuso sexual con acceso carnal –continuado-, agravado por ser cometido por el encargado de la guarda y homicidio doblemente agravado, por el vínculo y por femicidio, en grado de tentativa, ambos en carácter de autor (artículos 80, incisos primero y decimoquinto, 119 primer, tercero y cuarto párrafo inciso “b”, 54 y 45 del Código Penal).
El tribunal colegiado que intervino durante la audiencia avaló el pedido de la fiscalía y, por unanimidad, fijó la condena de 17 años de prisión efectiva más la inscripción de la sentencia en el Registro de Identificación de Personas Condenadas por Delitos contra la Integridad Sexual (RIPeCoDIS).
El acusado, llegó a la audiencia detenido con prisión preventiva y seguirá cumpliendo la medida hasta que se practique el cómputo de pena.
El caso:
El 5 de marzo pasado, el imputado intentó matar a una mujer que había sido su pareja, ejerciendo violencia de género. Ocurrió en un hotel céntrico de la ciudad de Neuquén, donde el acusado la había citado. Allí, con una navaja en la mano, el varón la amenazó. Luego, la agredió con la navaja en el cuello.
La víctima resistió la agresión, golpeó al acusado y, finalmente, logró que se calmara. En un determinado momento, el varón se fue de la habitación y dejó a la víctima en el lugar. Ella perdió el conocimiento por un instante, pero cuando logró reponerse cerca de las 14, se retiró del hotel.
Respecto de la condena por los abusos, la fiscalía acreditó que fueron de manera reiterada, sistemática y continuada, entre septiembre de 2022 y enero de 2023, en dos viviendas ubicadas en la ciudad de Neuquén. Para cometerlos, el imputado aprovechó las facilidades que le otorgó la convivencia con la víctima.
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