La deportista relató su experiencia y el trabajo realizado para competir en arquería.
La campeona en los recientes Juegos de Integración Patagónica, cuya primera edición se disputaron este fin de semana en Santa Rosa, La Pampa, no sabe de dónde le viene esa afición por la postura erguida, estirar la cuerda y dar en el blanco que se ofrece distante y que requiere máxima concentración y nervios de acero.
«Hoy tengo 16 años y desde que tenía tres años quería un arco por razones que todavía que todavía desconozco”, confesó.
“No recuerdo y ni mi mamá se lo explica porque yo nunca miré películas que tuvieran arcos ni era de mirar programas y, ninguno de mis parientes lo practican. Tampoco nadie me los regalaba pese a que los pedía”, recordó.
«Recién a los doce años tuve la oportunidad de probar en Pacífico; le di la oportunidad al deporte, me encantó y me atrapó. Desde 2019 empecé a entrenar todas las semanas. Vengo tirando hace tres años y medio todos los días. Es raro que no entrene”, contó.
El tiro desde entonces absorbe sus horas que no dedica a otra actividad. De otros deportes lo que más llegué a hacer fue danza cuando era más chica, natación y yoga.
Valoró mucho esta posibilidad que tiene el tiro de sumarse al programa de juegos patagónicas. “Cuando salimos de Neuquén estábamos focalizados para dar lo mejor, para estar tranquila, confiada y mejorar siempre; dando lo mejor para ver si podía conseguir una medalla y por suerte lo pudimos lograr. Estoy más que conforme con la actuación”, destacó.
Sobre las condiciones que se necesitan para ser un buen tirador explicó: “Lo que se necesita es paciencia porque es un deporte con un montón de cosas chiquitas a las que hay que prestar atención. La concentración en uno mismo es clave porque si bien desde afuera se ve como un solo movimiento, en realidad son un montón de pasos. Uno atrás del otro que hay que prestar atención y estar muy concentrado para poder respetar la secuencia, porque si hay algo que te trae este deporte es situaciones que te pueden frustrar rápido. Por eso hay que seguir entrenando”, afirmó.
“Cuando supe que iba a haber tiro en los Juegos me puse muy contenta porque me había enterado que en Los Juegos Evita ya se había incorporado, pero para chicos así es que me puse muy contenta”, recalcó.
Cuando se le recuerda que el tiro es un deporte olímpico y como ubica su ilusión para concretar ese sueño aclaró: “Yo siempre voy en búsqueda de la excelencia. Trato de ser mejor cada día y ojalá se de esa posibilidad en algún momento, pero mi meta es mejorar yo misma”, dijo.
Sus cualidades la llevaron a ser incluida en el equipo de la Selección Nacional de Tiro. “Estoy desde el año pasado y ese es otro gran logro. Estamos esperando para ver cómo sigue la actividad en el año”, agregó.
Oriana divide su tiempo entre el deporte y el estudio. “Estoy en tercer año de secundaria. Me gusta la carrera de ingeniería en energías no renovables porque creo que lo que se viene a futuro y es interesante, es lo que me llama pero también me gusta la rama de la psicología. Me llevo bien con el estudio”.
«Es mi primera medalla con la Selección de Neuquén y se la dedico a mi mamá que me apoyo en estos tres años; a mi entrenador; al psicólogo y kinesiólogo que siempre estuvieron y para mí, que permite demostrarme que voy mejorando cada día un poco más”, finalizó.
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