La candidata a vicegobernadora por el MPN, Ana Pechen, reivindicó la decisión de avanzar hace una década con la explotación de los recursos no convencionales en Vaca Muerta y recordó que muchos de los sectores que “hoy se suman al tren de Vaca Muerta, hace 10 años estaban tirando piedras afuera de la Legislatura”.
“Predicamos en el desierto. Hace 10 años nadie creía que podíamos llegar a explotar la segunda reserva de gas no convencional más importante del mundo”, precisó la candidata al sostener que la Legislatura que presidió “tuvo el valor de sancionar una norma que hoy le permite al país contar con los recursos necesarios poder funcionar y no quedar a oscuras”.
Respecto a la puesta en valor de los recursos que generan los no convencionales, Pechen sostuvo que hoy Neuquén es la provincia que le brinda la energía al país y comparó el ciclo actual de Vaca Muerta con épocas pasadas. En ese sentido remarcó que por la escasez de dólares “ya no se puede pagar la importación de gas y de petróleo como se hizo en períodos anteriores”.
Al repasar el desarrollo de Vaca Muerta, aseguró que se trató de “una construcción desde cero” e indicó que llevó muchos años avanzar con las inversiones necesarias para que el reservorio no convencional pueda alcanzar los niveles de producción actuales.

“Hoy se pueden ver los logros”, afirmó la candidata al proyectar que los recursos que genera deben invertirse para garantizar el despegue definitivo “de una provincia que crece en todos los rincones de su territorio”.
“Queremos poder decidir sobre el agua”
En otro orden, la candidata a vicegobernadora también hizo mención a la potestad de la provincia de poder decidir sobre los recursos hídricos que atraviesan los ríos Neuquén y Limay.
“Queremos poder decidir sobre el agua”, apuntó Pechen al diferenciarse de la postura del gobierno nacional de aumentar la erogación de agua de las represas para privilegiar la generación de energía para abastecer a las grandes ciudades.
“Primero hay que defender el agua para consumo humano, el agua para riego y recién después ver si cedemos parte de esa agua para la generación hidroeléctrica que lleva electricidad a Buenos Aires”, priorizó al señalar que los intereses sobre el recurso hídrico que prevalecen en la Capital Federal muchas veces se contradicen con las necesidades básicas y elementales de las provincias dueñas del recurso.