A pocos kilómetros de Viedma se encuentran El Cóndor y La Lobería, los dos balnearios más conocidos de la región que se caracterizan por su amplitud y la tranquilidad de sus playas que invitan a disfrutar unas vacaciones épicas entre la arena y el mar.
El comienzo del Camino de la Costa
Bordeando la Costa Atlántica por la ruta provincial Nº1 y a tan sólo 20 minutos de Viedma, se encuentra El Cóndor, un pintoresco lugar que cuenta con todos los servicios básicos para pasar una excelente estadía.
Allí, las extensas dimensiones de agua y arena conjugadas con el viento característico de la zona, favorecen la práctica de aventurados deportes como windsurf, kitesurf, sandboard, carrovelismo y kitebuggy, que copan el paisaje con su especial colorido.
Además, existen innumerables propuestas para aquellos que deseen atravesar unas vacaciones tranquilas en familia o con amigos, que incluyen varias opciones gastronómicas en los restaurantes o paradores de playa o actividades deportivas en el Parador de Deporte.
Cielo de aves:
La naturaleza y la belleza de las playas, que se extienden a lo largo de 10 kilómetros, hacen de El Cóndor un lugar de ensueño que con el correr de los años no pierde su espíritu acogedor y relajante.
Dueño de características únicas, este sitio alberga la colonia de loros barranqueros más grande del mundo que, sumada a otras 200 fascinantes especies de aves, invitan a realizar aviturismo para conocer a fondo y contemplar la impactante fauna que embellece los cielos de la región.
Mediante el avistaje de aves, servicio ofrecido por lugareños, se promueve el desarrollo y la observación e identificación de aves marítimas, ribereñas y continentales en libertad, con el objetivo de dar paso a la interpretación y comprensión de la dinámica de las diversas especies en su ambiente natural.
Se trata de una actividad programada al aire libre, que implica una caminata tranquila por distintos senderos y que, al ser apta para todo público, maravilla a grandes y chicos por igual.