Durante la salida a campo se invirtieron más de 59 millones de pesos en la adquisición de productos a 190 artesanos y artesanas de Aluminé, Ruca Choroi, Carri Lil, Epu Pehuen y Las Lajas.
En la primera recolección de campo de esta gestión, la empresa provincial Artesanías Neuquinas SEP, organismo dependiente del ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres, a cargo de Julieta Corroza, invirtió más de 59 millones de pesos en la compra de productos a 190 artesanos y artesanas de Aluminé, Ruca Choroi, Carri Lil, Epu Pehuen y Las Lajas.
El objetivo fue actualizar la reserva de productos en los puntos de venta y renovar el vínculo social con artesanos y artesanas de diversos parajes de la provincia.
Al respecto, la titular de Artesanías Neuquinas, Amanda Rial, señaló que “se está haciendo una compra importante en esta primera etapa de recolección” y explicó que “el equipo trabajó la semana pasada en Aluminé, Ruca Choroi, Epu Pehuén y Las Lajas”.
Indicó que se acordó “una reunión en Loncopué con artesanas de la zona para poner en funcionamiento la casa de artesanías” y para la última semana de junio “vamos a estar trabajando en la recolección de piezas en la comunidad Atreuco y también nos vamos a reunir con comunidades del sur de la provincia”.
Sobre las piezas adquiridas, manifestó que “compramos tejidos a dos agujas como gorros, guantes, medias, chalecos, trabajos elaborados en telar mapuche y piezas de madera”. En esta ocasión se invirtieron 59.307.000 pesos.
En cuanto al vínculo con artesanas y artesanos, Rial expresó que “nos esperan con ansias, la gente es cálida, muy amable. En algunos casos han esperado por horas para ofrecernos sus piezas, por eso agradecemos la paciencia y entusiasmo con que nos reciben”.
A través el trabajo en campo se acompaña la ruralidad con diferentes acciones que garantizan la permanencia de las familias en su ámbito de origen y la continuidad de las tradiciones artesanales.
Además, mediante esta metodología se fortalece el vínculo personal con cada artesano y artesana, ya que las piezas se compran en forma directa en los parajes donde residen y se evita el gasto de traslado a los centros urbanos.