Al igual que todos los años, el pedido es extremar los recaudos para evitar incendios.
Como en cada período estival, muchas personas distribuidas a lo largo de la provincia se preparan y trabajan para prevenir o combatir los siniestros forestales. Este verano los ríos y ambientes cuentan con agua, pero se prevé que habrá una mayor ocurrencia de tormentas eléctricas.
En vísperas de la temporada estival y hasta fines de abril, los integrantes del Sistema Provincial del Manejo del Fuego comenzaron a transitar la época de mayor trabajo en el año, tanto desde la prevención como desde la intervención y combate de siniestros.
Lo que para muchos turistas es poder disfrutar de los diversos paisajes de Neuquén, para otros el período estival es la época de mayor trabajo, asociado al riesgo personal y ambiental. El dato más duro y preocupante es que, de acuerdo con las estadísticas, siete de cada diez incendios se producen por acciones humanas, sea intencional o por descuido. Esto es fogones, colillas de cigarrillos, basura y otras causales. El resto de los incendios es a raíz de tormentas eléctricas o condiciones meteorológicas.
Si bien este verano no se dará el déficit hídrico de temporadas anteriores, hay un aspecto meteorológico que ya aparece en los pronósticos y que genera riesgo de incendios forestales, como es el caso de las tormentas eléctricas.
El equipo de trabajo del sistema de manejo del fuego de la provincia, dependiente de la secretaría de Desarrollo Territorial y Ambiente de la provincia, está conformado por 200 brigadistas, operadores y asistentes distribuidos en 12 brigadas que cubren la regionales Sur, Norte, Centro, Aluminé, y tres de cada diez brigadistas son mujeres. También trabajan cerca de 30 recorredores.
Adrián Barrera, director operativo del Sistema Provincial de Manejo del Fuego, explicó que el trabajo de manera más intensiva comienza en noviembre y se extiende hasta abril, que coincide con los meses de mayor riesgo de incendios. Además del trabajo técnico, preventivo, y de capacitación, el personal tiene que intervenir ante las primeras señales de siniestro.
La estadística ubica a la provincia del Neuquén en un rango de un incendio forestal por día, una cifra que, si bien puede resultar alarmante, es menor al de otras provincias que por distintas variables padecen muchos más incendios, por caso Río Negro, Chubut y algunas provincias del norte.
El organismo provincial forma parte del Sistema Nacional de Manejo del Fuego, en el que participan además de Nación, el resto de las provincias. Barrera explicó que cuando se advierte que el incendio puede sobrepasar la capacidad de control, se recurre al sistema nacional y al resto de las provincias. Incluso, por estos días, hay brigadistas neuquinos que están combatiendo incendios en el norte del país.
Barrera explicó que, si bien este año la zona no tiene el déficit hídrico de las últimas temporadas, hay más pasturas y vegetación que en verano se seca y que se convierte en combustible. Como positivo, es que con las precipitaciones y nevadas de este invierno se recuperaron muchos cauces de agua y espejos, lo que permite, en caso de tener que intervenir, contar con sitios más cercanos para captar el agua.
Pero volviendo a lo que se espera para este verano, Barrera explicó que los informes del Servicio Meteorológico Nacional advierten sobre una mayor ocurrencia de tormentas, lo que sin duda genera un mayor riesgo de incendios.
El sistema provincial está compuesto por vehículos de ataque inicial (con mil litros de agua) y equipamiento, camiones 4×4 con capacidad de 7.000, 8.000 y 9.000 litros, camiones con capacidad de 10 mil y 16 mil litros, minibuses y furgones. Además, funciona un helicóptero y, por parte del Sistema Nacional de Manejo del Fuego, se dispone en reserva de un helicóptero y un avión hidrante en el aeropuerto de Chapelco.
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